Hola! Soy Paulina y les acerco este espacio dedicado al maravilloso mundo de los tintes naturales y el arte textil que los rodea. Un mundo de texturas y colores a full.
Seguramente encontrarán muchos artículos, libros y/o blogs dedicados a su teoría y procedencia; es por ello que voy a enfocarme en las experiencias de origen artístico y plástico su valor como parte de nuestra cultura ancestral.
Cuando comenzó mi camino en las artes plásticas, mi curiosidad se abocó a los textiles, el dibujo y la historia del arte, la frase tintes naturales me llamaba la atención quizá mas que otros temas que conozco. Eso de extraerle el jugo a la plantita me parecia algo tan noble e increible saber que proviene de nuestros ancestros, algo artesanal, prehistorico y de gran valor.
En la epoca del imperio de Paracas, la industria tintorera era tan amplia como sagrada y real.
"Se denominaba tanti- camayoc al mezclador de los tintes del Imperio. Él controlaba a modo de alquimista los pigmentos de origen natural y las proporciones necesarias para lograr la amplia gama tonal que caracterizó los textiles del estado Incaico.Luego de la elección y el teñido, se procedía al fijado de los mismos. De acuerdo con el cronista Ludovico Bertonio , la condición fundamental para lograr el éxito en esta tarea era "tener ganas de hacer el trabajo"
Por eso estamos aquí! para acercarnos a nuestras culturas, de las que siendo jóvenes , podemos sentir orgullo, revalorizándolas en nuestro nuevo presente, in social media!
Mis tintes se mezclan con mordientes y fotos de Instagram, mientras leo algun blog DIY busco citas en libros precolombinos, en mi Ipad hay fotos de cucharas de madera y polvos minerales!! y asi, voy construyendo este nuevo sentido, este nuevo despertar del que quiero se contagien y lo sientan como lo estamos sintiendo los que ya somos parte de este manifiesto al que gustosamente llamamos
material joven.
La cita correspe al libro "Arte textil incaico" En ofrendatorios de la Alta Cordillera Andina.
Aconcagua, Llullaillaco, Chuscha.
Clara M.Abal de Russo.
Año 2010.
Pau González Villán.
Saludos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario